viernes, 22 de febrero de 2013

El Salvador 2013: la larga espera electoral

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Las negrillas, subrayados y separación de algunos párrafos son para efectos de estudio.
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El Salvador 2013: la larga espera electoral
Por Roberto Pineda
San Salvador, 19 de febrero de 2013

Estamos a un año de las próximas elecciones presidenciales. Y los truenos y los vientos de esta tormenta política empiezan a impactar. Cada fuerza social y política prepara, ordena sus escudos y espadas y a la vez afila sus pedernales y obsidianas. El movimiento popular realiza algunas acciones y se va configurando una nueva arquitectura legal.

Presenciamos un reacomodamiento histórico, las placas sociales se están moviendo. Y eso explica los diversos sismos y sus réplicas. Lo mismo sucedió a partir de marzo de 1980 con la reforma agraria, en 1948 con la llegada de Osorio, en 1932 luego de la insurrección. Se esta configurando una nueva correlación de fuerzas sociales. La sociedad avanza.

 En este marco, como movimiento popular hay que esmerarse en buscar la chispa que encienda los sueños nuevamente. La chispa de la que hablaba Mao. A continuación exploramos brevemente algunos preparativos de esta larga espera de esta larga marcha.

La saga del Movimiento Popular

Enero de 2013 estuvo rodeado de varias movilizaciones sociales, de distinta naturaleza. 

La primera protesta del año arrancó con la paralización del transporte público y estuvo encabezada por empresarios y trabajadores de este vital sector, que exigen se les cancele la deuda pendiente por el subsidio gubernamental y se les permita aumentar el precio del pasaje para resarcir perdidas. Fue un paro al transporte que afectó fuertemente a los sectores populares ya que les hizo llegar tarde a sus lugares de trabajo. En febrero la marea de la protesta popular ha bajado.

La segunda protesta fue encabezada por veteranos del conflicto armado, procedentes de las fuerzas armadas, quienes exigieron por medio de altamente organizadas movilizaciones que paralizaron la capital, se les entregue un bono, como pago a los servicios que realizaron para el estado salvadoreño durante el conflicto armado. Posteriormente un sector de lisiados de guerra se sumó a estos esfuerzos, aumentando así los niveles de demandas y conflictividad.

Y también, fueron desalojados violentamente por policías municipales de San Salvador, un grupo de vendedores informales que se habían reinstalado en la céntrica Plaza Hula-Hula, de donde originalmente habían sido desplazados. Estos vendedores exigen una alternativa viable para ganarse la vida y que se les permita quedarse en ese lugar hasta que se construya el mercado prometido por el Alcalde Quijano. Es la disputa de territorio entre opresores y oprimidos.

Frente a este desalojo, los vendedores organizaron una combativa protesta y ante la firmeza de las y los vendedores, el Alcalde Quijano se vio obligado a ceder y a permitir que se instalaran en sus antiguos puestos hasta que se construya en el lugar un mercado municipal. Fue una importante victoria popular. La primera del año.

Por su parte, docentes aglutinados en Bases Magisteriales protestaron el 21 de enero, durante los actos oficiales de inicio del año lectivo 2013, realizados en el municipio de Zaragoza, exigiendo al Ministro de Educación, un retiro voluntario digno para los docentes así como acreditación profesional por cursos realizados.

Asimismo el 31 de enero empleados de la Procuraduría General de la República suspendieron labores y se apostaron en la calle para exigir que se les depositara un bono de 500 dólares, que fue ofrecido para este mes por la recién reelecta Procuradora Sonia Cortez de Madrid. A mediodía sostuvieron una reunión en el Ministerio de Hacienda en la que se les aseguro que el deposito ya había sido realizado, por lo que suspendieron la medida de fuerza.

También se han realizado actos religiosos y movilizaciones populares a favor de la salud del presidente venezolano Hugo Chávez, hospitalizado en Cuba. Y los empleados municipales despedidos el año pasado en Soyapango y Mejicanos han continuado exigiendo ante diversas instancias su reinstalación.

Una nueva arquitectura legal

A partir de la llegada al gobierno del presidente Funes en junio de 2009 se va configurando una nueva arquitectura legal que moderniza el sistema jurídico y a la vez crea condiciones para la contraloría social. Es un nuevo andamiaje jurídico avanzado, progresista.

Entre la nueva legislación sobresale por su relevancia la siguiente: 

Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (vigente desde enero de 2012) 

Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres (vigente desde abril de 2011) 

Especial Integral para Una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres (vigente desde enero de 2012) 

Ética Gubernamental, Medicamentos, Consumidor, Semillas, Usura y Acceso a la Información Pública, y por ultimo la reciente Ley de Partidos Políticos.

Una economía emboscada por la oligarquía

El panorama económico es sombrío. Los diversos indicadores señalan una situación de gravedad resultado tanto de la crisis internacional como las consecuencias del modelo neoliberal implementado desde 1989 y que no ha sido deshabilitado, por lo que continua golpeando a los sectores populares. En especial impacta el alto nivel de desempleo.

La lucha por el socialismo 1913-2013

Hace cien años el brillante intelectual marxista vicentino Sarbelio Navarrete escribió El Estado Centroamericano y aplicó las categorías del materialismo histórico al análisis de nuestra realidad. Unos años después, en 1919, y con influencia anarquista estallaba la primera huelga en el gremio de los sastres.

Todavía no cuajaba entonces la unión entre el pensamiento marxista y el movimiento obrero. Este matrimonio sucedió ya al interior de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños a finales de los años veinte del siglo pasado. Y se consolidó con el nacimiento del Partido Comunista en marzo de 1930. Desde entonces venimos luchando por un nuevo sistema social, por el socialismo. Esa es nuestra herencia revolucionaria.

Y esta experiencia histórica, la lucha por el socialismo, estuvo vinculada desde 1932 a la lucha por la democracia. La larga lucha contra la dictadura militar permitió aglutinar a un amplio conjunto de fuerzas democráticas y justificar finalmente la vía armada para la toma del poder.

Y por un largo periodo la dictadura militar fue el obstáculo principal a nuestro progreso social. Para remover ese obstáculo se tuvo incluso que librar una larga guerra popular que concluyó en 1992 con una profunda reforma política.

Esta reforma política permitió que el enfrentamiento de clase se librara en el terreno electoral. La derecha política logró imponerse hasta el 2009 y establece una economía dolarizada. La izquierda política junto con sectores democráticos derrota a la derecha en 2009 y ha gobernado desde entonces. El país ha avanzado por la vía de las reformas sociales.

La antigua clase dominante se ha debilitado en lo económico aunque se ha fortalecido en lo ideológico. La derecha ha logrado cautivar las mentes y detener las luchas de amplios sectores populares. Determinar lo que piensan y como actúan. Y el país se encuentra ante la perspectiva electoral de una restauración oligárquica, de la profundización del proceso de cambios sociales o de la continuidad del proceso desde una óptica burguesa.

Todo esto en un marco de una profunda crisis mundial del sistema capitalista y de disputa en nuestra continente entre los gobiernos del Alba ( Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua) y los gobiernos de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y sus respectivas influencias, que en nuestro caso es más hacia nuestro océano. Estas son las fronteras de la lucha actual por la democracia y el socialismo.

A diferencia de 1932 y de 1980, en la actualidad no existen las condiciones subjetivas ( organización, conciencia, movilización, unidad, alianzas) que nos permitan trazarnos como punto de agenda inmediata la lucha por el socialismo. Esta es una realidad. Aunque las condiciones objetivas (crisis económica y crisis política) estén presentes. No estamos en una situación revolucionaria.

La gente no esta pensando en revolución pero si esta dispuesta a apoyar las reformas dentro del sistema. Y este es un punto de partida crucial. La actual lucha contra la dictadura del capital es diferente a la lucha contra la dictadura militar. No tenemos la fuerza, el entusiasmo, la organización, las alianzas.

El desenlace dependerá de la correlación de fuerzas que podamos construir. La profundización de este proceso democrático es por lo tanto la visión y agenda táctica, el objetivo inmediato que dinamiza las condiciones para avanzar, mientras que la lucha por el socialismo es la visión y agenda estratégica.

El desafío estratégico que tenemos es el de hacer que estos amplios sectores populares pasen de una visión de reformas a una visión de revolución, de cambio estructural, de ruptura con el modelo capitalista. Y para esto necesitan realizar su propia experiencia política.

Y lo que nos corresponde es el de facilitarle los instrumentos organizativos para que desde sus comunidades y centros de trabajo impulsen las luchas que les permitirán acumular experiencia y crecer políticamente. Y que descubran en su práctica que solo un cambio de sistema les permitirá avanzar.

La debilidad del movimiento popular constituye el principal obstáculo a largo plazo para la lucha por el socialismo. Y además es un obstáculo a corto plazo para poder incidir en la Administración Funes y empujarla hacia posiciones progresistas y evitar que termine o continúe como el socio “estratégico” de los Estados Unidos. Asimismo es un obstáculo para evitar que el FMLN y otras fuerzas políticas de izquierda sean arrastradas hacia posiciones de derecha.

El mapa de la Administración Funes

Al interior de la Administración Funes, durante su gestión han coexistido en una compleja alianza política, diversas fracciones con sus respectivos intereses, que coinciden en el objetivo y además necesidad histórica de desplazar a la antigua oligarquía de los diversos corredores del poder.

La génesis de esta situación esta en las alianzas y compromisos forjados al calor de la campaña 2007-2009. Fácilmente se detectan cuatro agrupamientos que compiten por imponer sus visiones e intereses como los hegemónicos, y pueden existir otros.

Existe la fracción proestadounidense, que tiene como su centro básico la secretaría técnica de la presidencia. Su apuesta estratégica es fortalecer la alianza con Estados Unidos a través de entre otras cosas, el proyecto Asocio para el Crecimiento así como lograr la aprobación del segundo compacto del Fomilenio orientado hacia la zona costera.

Ya realizaron el primero en la franja norte. Se oponen al ALBA así como coquetean con la Unión Europea. Están en búsqueda casi desesperada de un instrumento político propio para canalizar sus intereses. En caso de no encontrarlo se decantaran por el proyecto Saca.

Existe la fracción pro-FMLN, que tiene como centro básico la secretaría de asuntos estratégicos y los ministerios del gabinete social. Su apuesta fundamental es la de acercar al gobierno Funes al proyecto de integración latinoamericana conocido como ALBA, así como consolidar la candidatura presidencial del FMLN por medio de los programas de asistencia social.

Existe la fracción pro-brasileña, que tiene como centro básico la secretaría de inclusión social y algunos ministerios, como el de Gobernación y Agricultura. Su apuesta estratégica es la de afianzar una relación política y económica con la potencia sureña, lo que parece va avanzando ya en las áreas de transporte y energía.

Comparte con la fracción proestadounidense la construcción y vínculos del diversificado movimiento social conocido como Unidad Nacional por la Defensa y Profundización de los Cambios. Su origen histórico esta en el ERP y sectores de los llamados renovadores procedentes de las FPL. Su proyecto político actualmente se bifurca en el relanzamiento del PSD y el fortalecimiento del CD. Pero no sería extraño que ambas agrupaciones políticas y este movimiento social decidan unificar fuerzas alrededor de un proyecto electoral único hacia el 2014.

Y también existe la fracción proburguesa, de sectores empresariales no oligárquicos, algunos vinculados al capital local árabe, otros a los antiguos Amigos de Mauricio. Su centro básico es el gabinete económico, en particular el Ministerio de Hacienda.

El presidente Funes administra las diferencia y promueve los consensos entre estas cuatro fracciones principales y a la vez define el rumbo político de su Administración en consulta con otros sectores, incluyendo al sector vinculado al Grupo Empresarial Saca, a la Embajada de Estados Unidos, al poderoso Consejo para el Crecimiento e incluso a la dirección del FMLN.

También cada una de estas fracciones tiene presencia a diversos niveles en los diferentes ministerios y autónomas. Es en estos espacios donde marcan su territorio, coexisten, se enfrentan, se complementan, se echan zancadillas y para variar, consolidan sus posiciones.

La ANEP en pie de guerra

La ANEP como expresión de la oligarquía, pudo aceptar a regañadientes que en 1992 se firmaran los Acuerdos de Paz y que se le otorgara al FMLN guerrillero el derecho a convertirse en partido político; pudo aceptar en 1994 que se tuviera presencia legislativa, pudo aceptar que en 1997 se ganara la alcaldía de San Salvador, e incluso con lagrimas en los ojos pudo aceptar que en el 2009 se ganara la presidencia, también pudo aceptar que se establecieran relaciones con Cuba Socialista.

Al final todo esto se trataba de administrar la hacienda. El mandador con camisa roja. Y hasta periodista. Pero lo que no aceptara jamás es que le disputen sus negocios. Que le disputen la propiedad de la hacienda. El sistema de la hacienda. Esto es ya otro terreno. Es inadmisible. Y como dice el refrán sabiamente: jueguen con el santo, pero no con la limosna.

Y esto significa guerra. Y las cosas hay que hablarlas claras. Significa la ruptura de los códigos del poder. Significa entrar a la cueva y tocarle los huevos al tigre oligárquico mientras el tigre imperial únicamente observa preocupado. Significa desafiar a los dioses del café y de los hoteles. Es una provocación. Y habrá respuesta. De ambos lados. Cest la vie.

Conclusiones

Al final de la jornada parece ser que las tres principales expresiones de la izquierda salvadoreña –dos de ellas participando en el gobierno- han optado finalmente por el camino de Joaquín, incluso para sorpresa del mismo personaje exilado en Oxford, que claramente no es el camino de Farabundo. Nunca lo fue.

Y es que las ideas tienen una fuerza tremenda. A nivel mundial presenciamos como las antiguamente derrotadas ideas del anarquismo irrumpen con fuerza en los combates populares contra la globalización neoliberal. E incluso resucitan en nuestro país con sus poéticos atuendos oscuros, luego de ser aniquiladas en 1932. No estaban muertas, solo hibernaban, esperando el momento oportuno para emerger ante la mirada confundida de las hoy menguadas corrientes leninistas, trotskistas y maoístas.

Hace veinte años, luego de la firma de la paz, la polémica al interior del FMLN sobre el rumbo estratégico desembocó en la derrota de las tesis reformistas socialdemócratas y la posterior expulsión de sus defensores. Habían triunfado las ideas de la revolución popular rumbo al socialismo.

Hoy esas mismas tesis condenadas antes como heréticas, adquieren derecho de ciudadanía y se convierten en la plataforma política principal. La idea básica es constituirse en una fuerza económica influyente con su respectiva expresión política, al mejor estilo socialdemócrata europeo o latinoamericano.

Y es por esto que resultan comprensibles las declaraciones de considerar al gobierno de Obama como “aliado estratégico” así como diversas y reiteradas actuaciones en apoyo de planteamientos de GANA. Ojala no vayamos a escuchar próximamente que también la ANEP es elevada al rango de “socio estratégico.”

En este entretenido carnaval ideológico, en el cual la rumba reformista es la pieza favorecida, lo más adecuado para el movimiento popular es fortalecer sus pilares doctrinarios basados en que solo mediante la lucha se avanza y que es la organización, la conciencia y la movilización popular la única garantía de la victoria. No hay de otra.-
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