*
c. Impactos de la crisis mundial en El Salvador.
Estas valoraciones son aplicables, en general, a todos los países latinoamericanos.
Los impactos esperados pueden ser de dos tipos:
a. De origen externo.
i. Disminución en el precio de materias primas y productos de exportación.
ii. Con relación a las remesas familiares: reducción del ritmo de crecimiento relativo y probable reducción del ritmo de crecimiento absoluto si la situación recesiva en los Estados Unidos de América se profundiza.
iii. Con relación a las migraciones: crecimiento de la cantidad de deportaciones y el retorno voluntario de migrantes ante la falta de empleo en los Estados Unidos.
iv. Con relación a las importaciones de productos salvadoreños: disminución de volúmenes importados por Estados Unidos.
v. Con relación a la moneda: devaluación del dólar, que encarece las importaciones salvadoreñas, por tener una economía dolarizada.
vi. Como impacto positivo se debe registrar la reducción temporal de los precios de la gasolina y el diesel que en el marco de la crisis a la par que se debilita considerablemente la demanda, se tiende a una sustancial reducción de precios de la gasolina y el diesel.
vii. Como impacto positivo puede suponerse una reducción de precios de productos importados de los Estados Unidos, debido al impacto deflacionario de la crisis en ese país.
viii. Como impacto positivo puede suponerse una posible expansión de las exportaciones salvadoreñas hacia países diferentes de los Estados Unidos porque la devaluación del dólar que abarata los productos salvadoreños en el mercado internacional.
ix. Disminución de la cantidad de migrantes hacia los Estados Unidos de América.
b. De origen interno.
i. Reducción de la tasa de crecimiento de la producción agrícola, industrial, comercial y de servicios financieros, debido a la contracción interna de la economía en sus posibilidades de exportación.
ii. Reducción del consumo privado interno, como resultante de la reducción de las remesas.
iii. Incremento de la tasa de desempleo, acentuada por la cantidad de deportados, retorno voluntario, disminución del flujo migratorio y tasas de crecimiento económico debilitadas y tasa de desempleo estructural aguda.
iv. Debilitamiento de las exportaciones, debido a la contracción de la economía de los Estados Unidos, principal país al que se dirigen las exportaciones salvadoreñas.
v. Elevación de las tasas de interés bancario, como prevención derivada de la crisis financiera en los Estados Unidos. Probable presencia del “síndrome de la “sub prime””, y debilitamiento del mercado financiero hipotecario.
vi. Como impacto positivo la reducción de los precios de gasolina y diesel posibilitará una expansión limitada pero sensible del consumo interno.
vii. Como impacto positivo la situación posiblemente genere tendencia hacia el cambio del modelo económico neoliberal, con una mayor participación del Estado en la economía. Existen posibilidades de iniciar un programa económico con una sinergia centrípeta, concentrándose en la expansión de la demanda y producción interna especialmente de productos de consumo básico de la población, creando posibilidades de desarrollo endógeno de la política agrícola, segregada en décadas anteriores en el contexto del modelo neoliberal.
*
c. Impactos de la crisis mundial en El Salvador.
Estas valoraciones son aplicables, en general, a todos los países latinoamericanos.
Los impactos esperados pueden ser de dos tipos:
a. De origen externo.
i. Disminución en el precio de materias primas y productos de exportación.
ii. Con relación a las remesas familiares: reducción del ritmo de crecimiento relativo y probable reducción del ritmo de crecimiento absoluto si la situación recesiva en los Estados Unidos de América se profundiza.
iii. Con relación a las migraciones: crecimiento de la cantidad de deportaciones y el retorno voluntario de migrantes ante la falta de empleo en los Estados Unidos.
iv. Con relación a las importaciones de productos salvadoreños: disminución de volúmenes importados por Estados Unidos.
v. Con relación a la moneda: devaluación del dólar, que encarece las importaciones salvadoreñas, por tener una economía dolarizada.
vi. Como impacto positivo se debe registrar la reducción temporal de los precios de la gasolina y el diesel que en el marco de la crisis a la par que se debilita considerablemente la demanda, se tiende a una sustancial reducción de precios de la gasolina y el diesel.
vii. Como impacto positivo puede suponerse una reducción de precios de productos importados de los Estados Unidos, debido al impacto deflacionario de la crisis en ese país.
viii. Como impacto positivo puede suponerse una posible expansión de las exportaciones salvadoreñas hacia países diferentes de los Estados Unidos porque la devaluación del dólar que abarata los productos salvadoreños en el mercado internacional.
ix. Disminución de la cantidad de migrantes hacia los Estados Unidos de América.
b. De origen interno.
i. Reducción de la tasa de crecimiento de la producción agrícola, industrial, comercial y de servicios financieros, debido a la contracción interna de la economía en sus posibilidades de exportación.
ii. Reducción del consumo privado interno, como resultante de la reducción de las remesas.
iii. Incremento de la tasa de desempleo, acentuada por la cantidad de deportados, retorno voluntario, disminución del flujo migratorio y tasas de crecimiento económico debilitadas y tasa de desempleo estructural aguda.
iv. Debilitamiento de las exportaciones, debido a la contracción de la economía de los Estados Unidos, principal país al que se dirigen las exportaciones salvadoreñas.
v. Elevación de las tasas de interés bancario, como prevención derivada de la crisis financiera en los Estados Unidos. Probable presencia del “síndrome de la “sub prime””, y debilitamiento del mercado financiero hipotecario.
vi. Como impacto positivo la reducción de los precios de gasolina y diesel posibilitará una expansión limitada pero sensible del consumo interno.
vii. Como impacto positivo la situación posiblemente genere tendencia hacia el cambio del modelo económico neoliberal, con una mayor participación del Estado en la economía. Existen posibilidades de iniciar un programa económico con una sinergia centrípeta, concentrándose en la expansión de la demanda y producción interna especialmente de productos de consumo básico de la población, creando posibilidades de desarrollo endógeno de la política agrícola, segregada en décadas anteriores en el contexto del modelo neoliberal.
*