martes, 27 de octubre de 2009

Rumores sobre el deceso de Salvador Arias

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Las negrillas son nuestras para efectos de estudio. Recibimos este artículo por correo electrónico. Y lo difundimos porque los rumores del deceso de Salvador Arias son falsos, porque quien escribe el artículo es Director de la Editorial Universitaria y la redacción del mismo artículo indica que va dirigido a su publicación y finalmente porque releva debates políticos interesantes en la coyuntura actual.

EL SALVADOR: MUERTOS QUE GOZAN DE BUENA SALUD

Por David Hernández, escritor salvadoreño-alemán, Director de la Editorial Universitaria de El Salvador

El pasado 24 de octubre circuló la especie, divulgada por un intenso rumor mediático, sobre la muerte del ex - diputado del ala radical del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Arias Peñate.

Esa noche unas velas en el jardín de mi casa a la luz de la luna le deseaban un feliz viaje al más allá a tan dilecto amigo cuando sonó mi teléfono celular y, desde ultratumba, una voz ronca desmintió de golpe las falsas afirmaciones. Se trataba del mismísimo Salvador Arias confirmándome no sólo su continuación en este valle de lágrimas y carcajadas sino que denunciando el falso rumor como una maniobra de sectores interesados de la ultraderecha salvadoreña para desestabilizar políticamente el país.

“Chamba”, de quien tengo las más altas referencias académicas, es uno de los “duros” del FMLN, perteneciente al sector crítico del actual Gobierno de Mauricio Funes. El falso rumor sobre su muerte, que incluyó a varios dirigentes del FMLN derramando lágrimas de cocodrilo sobre su fallecimiento, se da en medio del debate sobre las políticas económicas del Gobierno de Funes y de sus tensas relaciones con el FMLN.

Y es que Salvador Arias es una de las voces críticas a las políticas emprendidas por el actual gobierno en el área financiera a nivel nacional, así como de las relaciones con los organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros. Y ello debido a que las perspectivas de desarrollo propuestas por tales organismos en lugar de propiciar un despegue de la economía y del progreso nacional lo que en realidad propician, según Arias, es una prolongación de un eterno e impagable endeudamiento externo, lo que vuelve a nuestros países dependientes de los centros de poder capitalista a través del “Consenso de Washington” y otros mecanismos de manipulación y sometimiento.

Una de las grandes diferencias entre el sector representado por Salvador Arias y del FMLN con el actual Gobierno es la reversión de la dolarización y el retorno de la antigua moneda nacional, el colón. Esta disputa, que es tan vieja como la misma imposición del dólar en El Salvador en 2001, va acompañada de propuestas factibles como la doble circulación del dólar y el colón, con el objetivo de evitar la total dependencia de la economía de El Salvador a los vaivenes de la moneda estadounidense, tan golpeada en estos momentos por la crisis financiera internacional y por el alto costo de las importaciones y exportaciones europeas, ahora que el Euro ha traspasado la barrera de 1,49 dólar por Euro, cuando hace pocos años aún estaba el cambio de 0,89 dólares por Euro.

En el área política es evidente que en la actualidad existe un desmarcamiento entre el Presidente Funes y el FMLN. Ello es saludable, porque convierte a Mauricio Funes en el Presidente de todos los sectores del país, lo cual abre las posibilidades de un acercamiento con las fuerzas que conforman la palestra política nacional.

Sin embargo, el distanciamiento parece tomar características de divorcio, y aquí es donde toman mayor relevancia las posturas de “duros” como Salvador Arias, quien desde el principio estuvo en contra de la candidatura de Funes por considerarlo un candidato “ajeno a la militancia” del FMLN y por lo tanto, impredecible en sus decisiones como primer mandatario del país respecto al proyecto de nación manejado por el FMLN – educación y salud para todos, distribución justa de la riqueza nacional, justicia social y democracia participativa de las grandes mayorías del país.

En este sentido “la resurrección” de Arias estará siendo mal digerida por ciertos sectores de la derecha en abierta confrontación con las posturas del ex – diputado. Cantaron gloria demasiado a tiempo, pues Arias sigue en un franco proceso de recuperación muy alentador luego de derrotar un cáncer que casi lo lleva a la tumba.

Hace poco más de un año, la Editorial Universitaria publicó su libro “Derrumbe del neoliberalismo”, escrito en 2003, y donde pronosticaba puntualmente la catástrofe financiera mundial que vivimos el año pasado. Graduado en la London School of Economic and Political Sciece y con dos doctorados en Economía en La Sorbonne parisiense, Arias es una de las autoridades más competentes en el ramo económico a nivel nacional y regional. Uno de sus últimos libros, “Atlas de la opulencia y la miseria en El Salvador”, donde hace un minucioso análisis de la situación económica de la población salvadoreña en sus 262 municipios y donde, con pelos y señales, denuncia el enriquecimiento y la opulencia de un puñado de familias oligarcas, está actualmente en prensa en la Editorial Universitaria.

La plutocracia salvadoreña, con Arias todavía entre los vivos, seguiré teniendo mayores dolores de cabeza, y quizás algo más con tales “irreductibles” y “duros”, sobre todo ahora que el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), está en un franco proceso de autodesintegración.
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