jueves, 10 de junio de 2010

Un ejemplo en Uruguay...para El Salvador, para el Mundo

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Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos y el comentario inicial, son nuestros para efectos de estudio.

Este artículo periodístico es digno de un análisis sociológico. Refleja la existencia de posibilidades (aunque los casos aparecen por el momento como raras excepciones, valga la redundancia) de surgimiento de una generación de políticos que sirvan a sus pueblos y no que se sirvan de sus pueblos. Una de las cualidades de esta generación de políticos sería la austeridad. Desde luego que la austeridad y el respeto a los bienes públicos no es lo que constituye la esencia de la política, pero es parte importante de ella. La esencia de la política, es la economía. Y la política en la economía de un país (para quienes aspiramos a una sociedad libre de la explotación) usa la ciencia, arte y técnica del poder del Estado para lograr un creciente bienestar material para la población, fundamentado en la elevación de su capacidad productiva y la equidad distributiva de la riqueza creada. La finalidad básica de la política es lograr la justicia social en la distribución de los bienes materiales basada en el principio del trabajo: la cantidad y la calidad de las obras resultantes del trabajo, determinan lo que cada persona puede y debe retirar del producto social. De manera que el político tiene que resolver el problema de crear condiciones para el crecimiento de la economía, de la riqueza material, la atenuación y liquidación del desempleo y la miseria y el mejoramiento constante de las condiciones materiales y espirituales de la población.

En el mundo actual, todo lo anterior no se puede lograr si no se es honrado en política. Decirlo parecería una locura, si se piensa en la política como el arte del poder social necesariamente corrompido y no como el arte del poder social constructivo. El acomodamiento, la degradación moral, la adicción al consumismo, la depredación de los bienes públicos, el objetivo del privilegio y el enriquecimiento material personal a costa de la exacción de la riqueza del Estado, son características que "distinguen" a una gran cantidad de políticos en la actualidad, por ello es prácticamente imposible que sirvan al pueblo de manera conciente, intencionada, trascendente.

Lo determinante es el uso del poder para generar y desarrollar una la política económica que favorezca a los sectores empobrecidos y desposeídos.

La austeridad es un atributo necesario para un político consecuente con los intereses populares, aunque, en sí, la austeridad no define una posición a favor del pueblo. Como ejemplo de una austeridad negativa para los intereses populares, puede mencionarse la existencia de un dictador militar, que fué en lo personal, austero y su política económica favoreció el enriquecimiento de oligarquías y empobrecimiento y represión sangrienta de mayorías, como fué el caso del General Maximiliano Hernández Martínez en la década del 30 y del 40 en El Salvador. No todo político austero favorece al pueblo, pero para favorecer al pueblo es necesario ser austero. Otra discusión son los grados o niveles en que se practique la austeridad.

Mujica, Presidente de Uruguay, es un ejemplo, tanto de austeridad como de esfuerzo para el servicio al pueblo, y ello se desprende de esta nota periodística. Y todo indica que será permanente el desarrollo de esta cualidad.


Tomada de:

http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/06/100604_2226_uruguay_mujica_escarabajo_lav.shtml

Un Escarabajo es el patrimonio de Mujica

Redacción
BBC Mundo

El presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica, tiene un patrimonio de US$1.900.

Ese es el monto en el que está valorado su automóvil Volskwagen año 87, Escarabajo o "Fusca", que es el único bien que declara tener.

El presidente uruguayo dona el 70% de su sueldo.

Según la declaración jurada que presentó a la Junta de Transparencia y Ética Pública y que está publicada en internet, el presidente uruguayo no tiene vivienda propia ni cuentas bancarias y dona la mayor parte de su sueldo a los partidos de izquierda uruguayos y a un plan público de vivienda.

La senadora Lucía Topolansky, esposa de Mujica, declaró a los medios locales que la casa en la que ambos viven es de su propiedad.

El mandatario, conocido por su austeridad, no quiso abandonar su vivienda cuando llegó a la presidencia por lo que tuvo que ser modificada por motivos de seguridad.

Ni cuentas, ni tarjetas

"No tenemos tarjetas de crédito ni cuentas bancarias, somos anticuados", afirmó Topolansky, quien al igual que su esposo fue guerrillera y estuvo presa durante el régimen militar de su país.

El sueldo de Mujica como presidente asciende a unos US$11.600, de los cuales dona el 70% a dos fuerzas políticas de izquierda de su país, así como a un plan de vivienda oficial.

Por su parte, el vicepresidente Danilo Astori, declaró a la Junta de Transparencia y Ética Pública que tiene un patrimonio de US$257.000, que incluyen una casa, un automóvil y dos cuentas bancarias.

Su salario como presidente del Senado y de la Asamblea General es de unos US$9.200.
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