sábado, 30 de noviembre de 2013

El factor Funes

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El factor Funes en la pugna electoral salvadoreña para el 2014
 Por Roberto Pineda         
28 de noviembre de 2013

El matrimonio Funes-FMLN se mantiene para el 2014

La decisión del presidente Funes de mediados de septiembre de este año, de lanzarse de lleno a la campaña presidencial  en contra del candidato de ARENA, a favor del candidato del FMLN así como de abandonar su estratégico apoyo tácito al candidato de la coalición Unidad, modifica sustancialmente la correlación de fuerzas existente y  a dos meses del evento electoral, repite la hazaña realizada como candidato en octubre de 2008, colocando de nuevo al FMLN en una situación de ventaja, esta vez para continuar en el ejecutivo. El matrimonio se mantiene.

La decisión del presidente Funes seguramente obedece a una valoración realista sobre los magros resultados en las encuestas del proyecto político del expresidente Saca, el cual no logró cuajar como se esperaba, lo que  orientó al Presidente a buscar una nueva alianza con el FMLN, la cual quedó simbolizada por la decisión presidencial del 23 de septiembre de revertir la prohibición a sus funcionarios de participar en actividades de proselitismo partidario. Esta prohibición venía de enero de 2011 y la sanción era drástica: la separación de sus puestos. Es tiempo de campaña.

A continuación haremos un recorrido por las características y consecuencias de este movimiento del presidente Funes, sobre su Némesis, el expresidente Flores y el G-20, sobre el anterior estancamiento en las encuestas y sus causas, sobre el derrumbamiento de Saca, situación del FMLN y de ARENA, la ANEP, la Embajada (ya se sabe de que país) y finalmente, el movimiento popular y social, para aterrizar en algunas perspectivas.

El Cid Funes en pie de guerra

La santa cruzada del presidente Funes en contra de la corrupción que caracterizó los tres primeros gobiernos de ARENA, excluyendo el cuarto gobierno del presidente Saca y priorizando el tercero del presidente Flores, ha conducido a una situación en la cual por vez primera en el país, son puestos en el banquillo de los acusados personajes simbólicos de la otrora poderosa oligarquía. Es una singular operación política que le permite capturar tres pájaros de un solo intento: arrinconar y humillar a la derecha, favorecer electoralmente al FMLN  y cumplirle a los Estados Unidos el compromiso de “luchar contra la corrupción.”

Y haciendo uso adecuado de los mecanismos de las espadas de Toledo forjadas para servir los intereses oligárquicos, el presidente Funes ha logrado obligar al Fiscal a procesar a los responsables del entuerto CEL-Enel; cerrarle farmacias por medio de la DNM al ex ministro de Economía y hasta emplazar públicamente  a la diputada más votada de ARENA, a través del Presidente de la Corte de Cuentas. Y finalmente la difusión roja para el ex ministro Jorge Nieto por parte de INTERPOL, pero no para Gutiérrez. Cosas veredes, amigo Sancho.

Pareciera ser que en la actualidad  el enfrentamiento político entre el presidente Funes y el expresidente Flores se ha traslado al terreno judicial y ha venido a desplazar a la tradicional pugna electoral entre los tres candidatos presidenciales, Quijano, Sánchez Ceren y Saca.

Y en el caso que ganara el FMLN, que ahora es más probable, el gobierno de Sánchez Ceren contaría con presencia de los Amigos de Mauricio y de los Amigos de Vanda, entre estos el PSD. Ojala que el presidente Funes haya hecho ya los suficientes amarres para que no le suceda lo que le pasó al FMLN luego de ganar las elecciones presidenciales del 2009, que ganó pero no gobernó.  

Y ojala que el presidente Funes también haya hecho los arreglos para el caso que ganara el candidato de ARENA, y que se desate como tormenta de agosto, toda la furia oligárquica sobre aquellos y aquellas que osaron desafiar a los patronos de la finca cafetalera.

La triste historia del malvado  y ahora marchito Flores

Puesiesque una vez vinieron unos visitantes de tierras lejanas de waiwan y le entregaron confiados un sobre con tres cheques al rey de las flores y este decidió guardarlos a su nombre en un banco cercano, para cuando dejara de ser rey…

En mayo de este año, los preocupados dueños del partido ARENA, entre estos el poderoso Ricardo Poma, decidieron dar un golpe de timón a la frágil candidatura de Quijano,  mediante la selección del expresidente Francisco Flores para conducir la campaña electoral.

Y los resultados iniciales fueron notorios: se logró unificar al sector oligárquico del gran capital  alrededor de la candidatura de Quijano, y de esta manera disminuir los costos provocados por la salida de Cristiani del COENA. Asimismo se logró en parte revivir la identidad combativa de derecha. El Gritón fue el símbolo de este cambio. Pero parece que ya este florecimiento se ha marchitado.

No obstante esto, Flores se ha convertido en el enemigo numero uno del presidente Funes por su destacado papel al frente de la campaña de Quijano. Es el enemigo a vencer. Es un duelo a muerte que no ha concluido y que tiene fecha límite para ejecutarse públicamente el 2 de febrero de 2014. Pero Flores no está solo y sabe que representa a poderosos intereses empresariales que no se ven obligados a medir fuerzas cada cierto tiempo en pedestres lides electorales, sino que son bienes patrimoniales. No son cargos públicos sino son cargos privados.

Las encuestas congeladas

A excepción de la candidatura de Saca que logró a partir de febrero  crear la impresión que asistiríamos a una disputa entre tres, la debilidad de las otras dos candidaturas no ha permitido que en las encuestas superen las marcas de los 30 puntos, no obstante los cuantiosos recursos invertidos.  

A la base de esta situación se encuentra la percepción por parte de sectores importantes de la población, que los partidos políticos representan grupos de interés y que no representa sus aspiraciones más sentidas de trabajo y seguridad. Esto hace que la fortaleza de los partidos se expresa en su “voto duro” y no en su relación con la sociedad. Y es únicamente ARENA y el FMLN los que poseen este “voto duro”.

Los sueños de Saca sueños son

La pretensión del expresidente Antonio Saca de arrebatarle la corona a los dos partidos mayoritarios esta en apuros. No obstante que este proyecto político cuenta con un líder carismático, a estas alturas del partido es evidente y las encuestas lo comprueban que su mensaje de conciliación de clases  no logró cuajar en la población. Y es que la polarización no es un invento “de los políticos” sino que responde al enfrentamiento histórico de dos fuerzas sociales: oligarquía y movimiento popular. No obstante esto, Saca representa a sectores de derecha y a fuerzas empresariales no oligárquicas, que seguirán buscando canales para expresarse políticamente.

La lucha de clases es una realidad y su canalización a través del enfrentamiento político entre ARENA y el FMLN es un resultado histórico; producto de intereses en pugna que son irreconciliables, y que incluso se manifestaron anteriormente como un largo enfrentamiento militar. En este marco tanto ARENA como el FMLN son instrumentos políticos, construcciones realizadas por estas fuerzas sociales.

Si ARENA como en el pasado la Democracia Cristiana o el PCN dejan de representar estos intereses  desaparecen o se vuelven irrelevantes. Lo mismo pasaría si el FMLN deja de representar este polo de contradicción, en defensa de los intereses populares y termina asimilándose al sistema, necesariamente surgirá otra fuerza que terminara reemplazándolo.

Para la mayoría de la gente en el caso del FMLN y de ARENA, esto no es así en la actualidad. Y el fracaso de Saca esta vinculado a esta percepción popular de rechazo a la conciliación de clase, que refleja a su vez un nivel significativo de conciencia de clase. La gente quiere seguir luchando. Y esto es positivo porque el sueño de la oligarquía y del imperio es lograr volver a adormecer a las mayorías populares; mientras que nuestro sueño debe ser aprovechar la acumulación histórica lograda para acerca la ruptura con el sistema capitalista vigente.

Los gemelos de la guerra y de la posguerra, ARENA y el FMLN

Tanto ARENA como el FMLN son los representantes de dos proyectos históricos nacidos de una misma entraña: la sociedad salvadoreña de principios del siglo pasado. Y no es casual que ARENA inicie sus campañas electorales en Izalco. Ahí están las raíces que le dan sentido a sus esfuerzos políticos. Ahí quedaban sus cafetales, y sus obrajes añileros, y antes sus cacaotales. Izalco es para ARENA el símbolo de la oligarquía victoriosa en el 32. Y el símbolo de una posible victoria en el 2014.

Y para el FMLN Izalco debería ser el símbolo de la resistencia. Es para el movimiento popular el símbolo de nuestros muertos queridos. El símbolo de nuestros sueños de paz, justicia y socialismo. En la figura de Ama ahorcado en la ceiba del parque se encuentra parte importante de nuestra identidad de lucha. Morir peleando y vivir luchando. Izalco debería ser para el FMLN el símbolo de la victoria del 2009 y hasta del 2014.

Durante ochenta años las fuerzas sociales que representan a ARENA y al FMLN han venido enfrentándose. Fuimos derrotados militarmente en el 32 y  la oligarquía impuso una férrea dictadura militar. Nos levantamos en el 44 y fuimos de nuevo golpeados, aplastados. Nos levantamos en pie de guerra en los 80 y logramos en el 92 la paz de la democracia pero no la paz de la justicia. En el 2009 llegamos al gobierno pero no al poder. En el 2014 la lucha continúa…

La ANEP

La aguerrida actitud del presidente Daboub de ANEP refleja la preocupación de la oligarquía. Antes en los años sesenta cuando surgieron gremialmente, les preocupaban la organización de los trabajadores en sindicatos porque iban a exigir mejores salarios…Antes en los años setenta les preocupaba que los izquierdistas de la UNO iban a ganar las elecciones…Antes en los años ochenta les preocupaba que los guerrilleros iban a tomar el poder y nacionalizar sus empresas…hoy les preocupa Alba Petróleos, les preocupa y debemos alegrarnos la disputa en el corazón del sistema, la disputa por la plata

La Embajada

Cada vez con más frecuencia la embajadora Aponte abandona su estudiada actitud respetuosa y emite opiniones que dejan entrever la naturaleza imperial de su función. En particular en la necesidad de alinear la política de seguridad con las necesidades de la lucha antidrogas liderada por varias  agencias estadounidenses, entre estas la DEA. Indicó la puertorriqueña que “el FOMILENIO se firmará cuando las condiciones estén correctas para que el convenio florezca.”

Y para esto se utiliza el donativo del FOMILENIO II ($365.2 millones), que es un proyecto orientado por una parte, a entregar a empresas estadounidenses del turismo las costas del pacifico salvadoreño y por la otra, a establecer una mayor presencia de las agencias estadounidenses de lucha anti-droga. Pero para esto necesitan contar con un andamiaje jurídico que les permita echar adelante estos planes.

Y piezas claves de este andamiaje son por una parte, la Ley contra el Levado de Dinero y de Activos y por la otra, reformas a la Ley de Asocios Público Privados. Y el presidente Funes y el Fiscal Martínez son los encargados de garantizarle al imperio estos dos requisitos, y en particular doblarle el brazo al FMLN para que acepte la inclusión de “partidos políticos” en la primera ley y para que acepte la privatización de bienes públicos como el agua en la segunda. El FMLN comprende que ceder en este asunto equivale a colocarse una soga al cuello, y le da largas al asunto, pero las presiones son muchas y de diversas fuentes y no extrañaría que terminara cediendo.

El movimiento popular y social

Durante el 2013 el movimiento popular y social no logro superar su situación de atomización y precarización. Los movimientos reivindicativos fueron pocos y estuvieron limitados a aumentos salariales en  las áreas de salud y educación, así como movimientos de excombatientes así como de vendedores y empleados municipales.

A nivel nacional, la Coordinadora Intersindical Rafael Aguiñada Carranza, CIRAC impulsada por Andes 21 de Junio, junto con la Concertación Popular por un País sin Hambre y Seguro, COMPHAS se perfilaron como los principales referentes del movimiento popular, pero sus convocatorias fueron las tradicionales de la Marcha del  1ro de Mayo y no impulsaron ninguna lucha nacional significativa. Están maniatados por compromisos partidarios.

Entre las causas que explican esta situación de debilidad del movimiento popular y de sus luchas, no obstante la profunda crisis socioeconómica, se encuentra la dificultad política e ideológica de enfrentarse a un gobierno de izquierda; la incidencia de altos niveles de organicidad al respecto del FMLN, la ausencia de nuevos lideratos populares y sociales, el abandono ideológico por parte de la izquierda, el crecimiento de la inseguridad  social y la influencia de un pensamiento conservador que desde las iglesias y universidades, incluyendo la UES, golpean la conciencia de los sectores populares, en especial de la juventud y los empujan a la confusión posmodernista, al sometimiento y la desmovilización.

Perspectivas

De mantenerse esta tendencia, hoy predominante, la coalición entre FMLN y fuerzas de centro-izquierda representada en las figuras del presidente Funes y de su esposa, Vanda Pignato gobernaría en los próximos cinco años dándole continuidad al actual proyecto político, con lo cual se mantendrían los programas sociales e incluso podrían ampliarse, pero a la vez se beneficiaría y se respondería a sectores del capital transnacional.

Incluso en el remoto caso que la Sala de lo Constitucional le ofreciera una salida honrosa a Saca de la competencia electoral, el presidente Funes podría jugar un papel clave para atraer a estas fuerzas y asegurar así un gane en primera vuelta.

Asimismo para mantener esta ventaja, es importante para el FMLN mantener la política del cese a los ataques a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la CSJ así como evitar ser percibido como un partido que es igual a los demás y que a nivel legislativo, sigue obedientemente la agenda de GANA.

Pero no puede descartarse que la derecha oligárquica representada en ARENA logre recomponerse, remontar lo perdido y lograr “recuperar” El Salvador para sus negocios. Es una posibilidad. Para los Estados Unidos, no obstante su pretendida neutralidad, sería una opción claramente más conveniente que ver surgir un nuevo régimen “alineado” a Venezuela. Y recién termina  de resolver favorablemente la continuidad de proyecto golpista en Honduras.


Únicamente el movimiento popular con sus luchas políticas y reivindicativas, puede garantizar un avance hacia una ruptura con el sistema y romper el círculo de acomodamiento existente; otros sectores efectivamente pueden contribuir a derrotar a la derecha pero a la vez ayudan a consolidar el sistema de explotación vigente. Contribuir a su fortalecimiento y a la construcción de poder popular es por lo tanto una tarea estratégica para avanzar y evitar la restauración oligárquica, en una situación en la que el capital transnacional ha pasado a ocupar la posición hegemónica y la oligarquía juega un papel subordinado.
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Para la historia del cambio

EL FMLN Y EL PUEBLO:
FORJADORES DE LA HISTORIA Y EL CAMBIO

“A los que están aún marginados de este proceso
les digo: vengan hay un lugar para cada uno
en la construcción de un nuevo país”

Salvador Allende.
1971

Oscar A. Fernández O.

Estamos conscientes que nuestro país se encuentra en un cruce histórico, en un momento cuya tendencia apunta a la profundización de la crisis. Tenemos que desenredar esta especie de nudo y no disponemos de todo el tiempo, y para hacerlo sin que se agudice la violencia social, se necesita  insoslayablemente el imperio de la sabiduría, la justicia y la capacidad plena de liderazgos de primer nivel. Los Estados, su forma de gobernar y las sociedades en general atraviesan por una tirante relación, que nos está llevando a la deslegitimación de la institucionalidad y la política. Es urgente establecer cuáles son las oportunidades de avanzar y aprovecharlas inmediatamente, pero al mismo tiempo evitar los riesgos de resquebrajar el débil Estado heredado, como pretende el capitalismo anarquista.

Se necesita establecer cuáles son las facultades críticas para gobernar con una visión de largo plazo y que propuestas, por exigentes que sean, pueden ser factibles en un corto y mediano plazo. Los recursos limitados del Estado  deberán concentrarse en un reducido número de mejoras, capaces de lograr una diferencia real. Pretender abarcar más no sería ni lógico ni responsable, porque no se pueden afrontar las grandes transformaciones recurriendo simplemente a “más de lo mismo pero un poco mejor”. La estrategia óptima reside, por consiguiente en trabajar sobre un número adecuado y realista de reformas con un techo limitado para asegurarles factibilidad, mientras al mismo tiempo, adoptamos una posición suficientemente profunda para que el impacto sobre la capacidad de gobernar marque el cambio frente a la tradicional ineptitud y corrupción demostrada por las administraciones derechistas.

La transición democrática hacia sus niveles superiores (Rediseño del Estado y participación real de los ciudadanos en las decisiones de la Nación), que implica además el completo ejercicio de las libertades y la justicia social, comienza, para nosotros los revolucionarios con lo planteado en los Acuerdos de Paz y no ha concluido. Ciertamente se ha avanzado de manera lenta y superficial, con la participación del FMLN  y algunos movimientos sociales y la constitución de importantes pero insuficientes instituciones públicas civiles. Por tanto si los Acuerdos de Paz fueron concebidos como la puerta para entrar a una nueva sociedad más igualitaria y libre, veinte años después solo hemos avanzado a escasos centímetros del umbral.

La sociedad salvadoreña en su mayoría interpretó aquél trascendental paso, más allá que un simple cese de hostilidades, como la salida a la profunda crisis de ajuste, entre las estructuras políticas autoritarias del viejo régimen y las nuevas necesidades y exigencias de los salvadoreños. Los acuerdos de Paz y una nueva Constitución deberán materializar un Nuevo Contrato Social como, el proyecto para conformar y consolidar esas aspiraciones.

La oligarquía económica, poder de facto por excelencia, se abroga el derecho de violar sistemáticamente la Constitución e impone leyes que claramente contrastan con la justicia y su aplicación está sistemáticamente dirigida contra sus enemigos de clase.  Bajo este género de política, se consolida un sistema basado en la concentración de los ingresos económicos producto del modelo librecambista, que ha sido colocado por encima de la dignidad, la justicia y los derechos de las personas.

Esta camarilla, usando su poder de facto y todas las artimañas imaginables, se ha encargado de ir frenando las posibilidades de avanzar más rápido. Los revolucionarios somos los llamados a vencer dichos obstáculos, junto al pueblo salvadoreño e ir construyendo una sociedad que nos lleve a crear las condiciones para dar el salto transformador.

El entorno internacional es dramáticamente complicado. Los Estados tienen grandes limitaciones para resolver sus propios problemas (endeudamiento, corrupción, administración deficiente, seguridad pública, pobreza, etc.) y muestran incapacidad de enfrentar los problemas globales (economías trazadas por el FMI, terrorismo, crimen internacional, epidemias y pandemias muy graves, desastres medioambientales, extrema pobreza y hambre, etc.) En contraposición a los fervientes deseos de la humanidad de vivir en paz y con pleno uso de sus derechos, el planeta se enfrenta a un número de conflictos, guerras e injusticias, internas e internacionales, mayor que en cualquier otra época, con el desarrollo de un súper poder militar que sobrepasa la capacidad legal y legítima de las Naciones Unidas y otras organizaciones jurídicas internacionales, a lo que se suma la proliferación sin control de ojivas nucleares, armas bioquímicas y tecnología sofisticada de guerra, cuya ubicación es desconocida. El mercado negro de armas y el narcotráfico constituyen juntos, sin duda, el imperio paralelo al poderoso establishment del gran capital mundializado. La sociedad está sumergida hoy, como lo estuvo en el siglo pasado, en una explosiva polarización entre la pobreza y pobreza extrema de las mayorías y la opulencia insultante de unos pocos.

El rediseño de la forma de gobernar se sustenta en medidas modestas pero factibles que influyan en la construcción de un futuro mejor. Creemos que incluso leves mejoras en los procesos críticos de gobierno, pueden marcar la diferencia entre una fractura social y su consiguiente efecto, la violencia contestataria , y el avance de la democracia con un concepto más propicio de progreso humano, hasta que vengan ideas mejores y construyamos las condiciones propicias.

La seria crisis sociopolítica y cultural que vivimos los salvadoreños  puede ser útil y quizás esencial para provocar cambios e innovaciones profundas, pero no podemos dejarlo en manos de las corrientes conservadoras corporativistas y mercantiles que hasta hace poco gobernaban, pues para lograr que algunas de las crisis inevitables no se vuelvan consuetudinarias y resulten en innovaciones indeseables, son necesarias ideas y acciones nuevas, frescas, de cambio y profundamente arraigadas a las necesidades de la sociedad.

El poder personificado en el capital financiero global, que hoy dirige la historia mundial, vuelve ilegítimos a los estados nacionales, reprime la acción política tradicional, reorganiza a las sociedades en sectores de consumo y hace emerger un nuevo grupo de “intelectuales” de la internacionalización financiera, quienes disfrazan de teoría una serie de procedimientos empíricos que conforman el nuevo patrón de acumulación: la ideología del neoliberalismo. Pero todo esto ha generado a su vez, nuevas fuerzas sociales que defienden sus derechos como una forma de resistencia ante una poderosa máquina generadora de atropellos y  de una cultura de agresión y violencia contra los pueblos más vulnerados.

Por lo tanto, es necesario aumentar el poder de la gente, que significa no la desaparición del Estado, sino al contrario el rediseño del mismo, como una creación del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. Debe priorizarse la búsqueda permanente de las personas aptas para construir mecanismos de control cristalino en el manejo de la cosa pública y sus instituciones.

Hacer que el Estado llegue a la sociedad a través de los partidos políticos y las instituciones únicamente, ya no es posible, por eso resulta impostergable crear un nuevo espacio público amplio no estatal, que en coordinación con las instituciones centrales y los gobiernos locales, abra un nuevo lugar de decisiones. Ese deberá ser nuestro gran aporte en un futuro de medio plazo.

En el marco de la consolidación de una democracia participativa es esencial cambiar el concepto tradicional cerrado y aislado de gobernar, por uno actualizado, abierto, participativo, democrático y fundido con las masas trabajadoras, con el fin de preservar una amplia interpretación del interés público que abarque las necesidades de los seres humanos como un todo. Estas élites deberán incluir a políticos representativos, funcionarios de primer orden, obreros y activistas sociales de distintas categorías, sin que se caiga en el error de crear burocracias amamantadas por los procesos de transición social y que de acuerdo a la experiencia, se convierten en círculos de poder reaccionarios que terminan planteando como fin “la humanización del capitalismo” y el impedimento a la lucha de clases.

No es posible, dar saltos de la noche a la mañana porque existen estructuras reaccionarias que no lo permiten y el primer aspecto es crear una estrategia anti-neoliberal, anti-capitalista. Es un proceso de transición, que nos permite no desviarnos del camino y se refleja en algo que es la base para cambiar el modelo actual: el aseguramiento de las condiciones básicas de la población. El Estado no es el fin, sino un medio para la construcción de la democracia participativa, del poder popular.


Por eso votar por el FMLN es votar por el proceso de cambio que ya ha comenzado, un cambio que no es palabra vacía, no es propuesta que se la lleva el viento, no es sólo una consigna partidaria, ni mucho menos un slogan del “marketing electoral”, es una estrategia y una realidad que ya está en marcha hacia el futuro.
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lunes, 25 de noviembre de 2013

FMLN: LA DISYUNTIVA HISTÓRICA

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FMLN: LA DISYUNTIVA HISTÓRICA
 Oscar A. Fernández O.

Sobrevivimos en una etapa en la que se ha moldeado como “credo universal”, la conocida máxima de F. Hayek, que afirma que justicia social no es otra cosa que una receta vacía, convencionalmente usada, para que cualquier reivindicación sin ninguna razón que la sostenga, sea aceptada. (The atavism of Social Justice in New Studies in Philosophy, Politics, Economics and The History of Idea, Routledge and Kegan Paul, London, 1978, pp. 57-68)

Sin embargo, más allá de la arrogancia y prepotencia con la que se exhibe el capitalismo global dominante, vemos surgir en su seno, procesos de incertidumbre y caos en lo económico, en lo ideológico y en lo político, generando una poderosa bomba de tiempo cada vez mayor. Pese a los teóricos de este modelo, la realidad nos demuestra que el fin de la historia está muy lejos de producirse. (Dieterich: 1999)

El Banco Mundial, asumiendo un rol de liderazgo frente al derrumbe de la ortodoxia capitalista global y el aumento exponencial de la pobreza y la marginación social en la mayoría de países del mundo, publicó su famoso Informe sobre el Desarrollo Mundial y La Pobreza. En él postula, que la reducción de la pobreza en el orbe es la máxima prioridad. Así, este propósito se catalogó como su objetivo fundamental, para el cual se lanzó un programa asistencialista.

A esta estrategia se le ha dado en llamar “el aggionarmento” (actualización) del modelo neoliberal, cuyos indicadores veinte años después, demuestran que ha sido un total fracaso. Ha quedado en evidencia que el neoliberalismo es una matriz móvil que conserva principios constantes (Ezcurra.:1998)

¿Puede entonces, obtener legitimidad, un nuevo proyecto histórico cómo alternativa al capitalismo, a su crisis sistémica y al empobrecimiento y marginación acelerada de las mayorías en el mundo? La legitimidad de una sociedad política, sostienen las nuevas academias críticas, se deriva de dos componentes fundamentales: los ordenamientos formales que determinan los mecanismos de acceso al poder, que deben ser transparentes y equitativos para todos los ciudadanos y, los preceptos materiales que son la razón de ser de la convivencia social.

La necesidad de un nuevo proyecto histórico revolucionario, se deriva no de un capricho ideológico, sino de la tragedia humana que ha producido el fracaso del capitalismo global, que no logró establecer las condiciones reales de democracia real y justicia social, que fueron las pretensiones originales del liberalismo, hijo de la Ilustración. “Quedan así destrozados los valores fundamentales del Siglo de las Luces y de la Ilustración” y todos somos llamados a legitimar esta “nueva era” incluso para fundamentar legalmente la desigualdad (T. Genro: 2000)

Frente a este desolado escenario, la tarea política más apremiante para la izquierda revolucionaria en El Salvador, consiste, en tanto alista su fuerza electoral para continuar con la transformación de la crítica realidad nacional (y contribuir a la lucha a nivel internacional), en construir respuestas en consulta con los amplios sectores populares de manera permanente, con la celeridad que una respuesta a la crisis demanda.

Contrariamente a la deshumanización capitalista, toda concepción científica dialéctica de la sociedad ha de partir de la naturaleza humana como la condición constitutiva más importante de un sistema social. Marx entendió y explicó al homo sapiens no solo como un ente histórico, sino también biológico, con determinadas estructuras no culturales. Primero es la estructura humana en general y después, la naturaleza humana modificada según cada época, apuntó en el Tomo I de El Capital (1863)

La ejecución de un nuevo proyecto histórico antitético, no sería factible solamente negando al neoliberalismo, pues esto no constituye una estrategia de cambio estructural. Tampoco parecen existir las condiciones para la revolución armada clásica, sobre todo en los centros del régimen dónde se concentra el poder global  y en sus cercanías. La creación de las organizaciones obreras y de masas, no está siendo determinante, más allá de un esfuerzo organizativo abstracto, frente a la demanda urgente de resolver el complejo problema sociopolítico real. Sencillamente porque una organización sin contenido programático es simbólica y carece de sustancia política que, dialécticamente, es su razón de ser y le da vida y cohesión.

“La esencia de la sociedad participante es que los pueblos dejen de ser masas gobernadas y conduzcan su  vida política y económica, conscientemente auto determinados”, sostiene Rosa Luxemburgo en el manifiesto de La Liga de Espartaco (1918), definiendo así la esencia participativa de los pueblos en el destino del Estado.

La izquierda salvadoreña debemos, a partir de ya, redoblar el impulso del programa de un  nuevo proyecto histórico alternativo, más de allá de simples y puntuales estrategias electorales. Hay que delinear el Programa de la Nueva Sociedad Democrática Popular (participativa), que tendría dos funciones reales: la ideológica y la de poder, sostiene Dieterich (2001)

La base de su concepción, contenido y desarrollo no puede ser otra que el profundo arraigo a las masas, que constituyen la fuente de legitimidad y efectividad del poder.

La función ideológica y política  del proyecto permitirá dar a conocer al pueblo y demás actores sociales, la nueva concepción de la realidad y del país y, a través de procesos de concienciación, lograr que el pueblo comprenda que es el nuevo sujeto de cambio.

La función de poder será la del cambio de correlación de fuerzas, entre los potentados capitalista y las fuerzas de la democratización real. Los cambios estructurales de fondo, que son necesarios para instaurar la democracia plena e incluyente, sólo pueden alcanzarse mediante un amplio y largo proceso de concienciación política y cultural entre las mayorías, que les permitirá transformarse de objetos de la historia en sujetos políticos, sabiendo que son capaces de cambiar la historia.

Es fácil comprender lo complicado que consiste revertir a favor del pueblo, unas relaciones de poder que siempre han beneficiado sólo a unos pocos opulentos. Pero esta consideración no puede ser confundida con lo imposible. Es dificultoso; sin embargo, posible y probable.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Por los orígenes de la Oligarquía Salvadoreña

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Las negrillas son para efectos de estudio
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Viñetas de la oligarquía salvadoreña  
Por Roberto Pineda  
San Salvador, 20 de noviembre de 2013

El proceso de desarrollo  tanto de las clases dominantes como de las subalternas en El Salvador ha estado vinculada a los cambios en los modos de producción, distribución, crédito y  comercio internacional, así como a la dependencia estructural de los centros imperiales.

No contamos con la información para valorar el impacto de las oleadas invasores de pueblos nahuas que establecieron el primer sistema de dominación y de explotación en los siglos XII al XV d.n.e. Solo sabemos que los pipiles lograron imponerse militarmente sobre los pueblos lencas, de origen maya, que fueron arrastrados hacia el margen oriental del río Lempa. Caso excepcional son las poblaciones de Jayaque, Talnique y Tamanique que conservaron el final de sus nombres en poton, y quedaron como islas pérdidas en un océano de vocablos nahuat.

Si contamos con alguna información al respecto de la invasión ibérica de principios del siglo XVI y el establecimiento del sistema de encomiendas y repartimientos; del aparecimiento de los grandes latifundios vinculados al cultivo del añil y la ganadería; del saqueo realizado por las fuerzas liberales cafetaleras de la tierras tanto de las comunidades indígenas como de los sectores de ladinos a finales del siglo XIX; del proceso accidentado de industrialización dependiente de lo años sesenta del siglo XX, de la formación de una poderosa oligarquía financiera a finales del siglo pasado,  así como de las modificaciones  producidas por la compra a mediados de la primera década del siglo XXI,  de las principales empresas del país, incluida la banca privada, por capitales transnacionales. Es de estos tres primeros casos que compartimos estas viñetas.

La clase dominante de la primera viñeta esta integrada en el periodo 1524-1550 por los conquistadores en su triple expresión de soldados, comerciantes y religiosos. La de la segunda viñeta  esta integrada por los encomenderos que mediante el tributo explotaban a las comunidades indígenas en el siglo XVII-XVIII; y la tercera viñeta describe la creación del primer banco, en el periodo 1860-1880,  periodo dominado por los intereses de grandes hacendados añileros e inmigrantes colombianos, europeos y estadounidenses.  
  
Las primeras instituciones coloniales para la explotación del cacao y el bálsamo: la encomienda y el repartimiento.

La ruptura en el sistema económico-social provocada por la conquista española a partir de 1524, la cual  concluyó militarmente en el centro y occidente del país en 1533 y en el oriente en 1547, desplazó completamente del poder a los gobernantes pipiles de origen azteca y dio origen a una nueva clase dominante, integrada exclusivamente por los representantes de la Corona española. Los españoles llegaban al  poder por la vía de las armas.

Luego de imponerse militarmente ante dos ejércitos indígenas, (de los Señoríos de Izalco y Cuscatlan) los conquistadores bajo el mando de Pedro de Alvarado y Contreras, al no encontrar oro, decidieron  irse a vivir a las comunidades indígenas, con el fin de garantizar el control sobre las cosechas de aquellos productos que les interesaban: el cacao y el bálsamo. Una economía de subsistencia dio paso a una economía orientada al mercado mundial.

Las pocas ciudades españolas (San Salvador, San Miguel, Sonsonate) fueron fundadas por los conquistadores cerca de las principales poblaciones indígenas productoras de cacao. Los invasores españoles  eran originarios en su mayoría de las provincias de Extremadura, Castilla y Andalucía. Los hermanos Alvarado (Pedro, Diego, Gonzalo, Jorge, Gómez, Hernando y Juan) eran de Badajoz, Extremadura.

La dominación española  de los territorios de Cuscatlán y Chaparrastique se expresó en un conjunto de instrumentos jurídico-políticos que les permitieron oprimir y fundamentalmente explotar a las comunidades indígenas. La institución básica inicial fue la Encomienda, la cual si bien no significaba propiedad ni dominio sobre la tierra si otorgaba el derecho a los Conquistadores de percibir de los indígenas un tributo temporal fuera en trabajo, especies o incluso en dinero.

Estos primeros conquistadores y colonizadores recibieron complacidos de la Corona española las encomiendas, institución colonial que había nacido en el Caribe cuando aún vivía el Almirante Colón, para evangelizar a los conquistados así como para exigirles “tributo.” Y el tributo del “contrato” fue en trabajos forzados y en la entrega de alimentos (fríjol, maíz) así como sus cosechas de cacao y bálsamo. La primera distribución de encomiendas concluyó de acuerdo a Gallardo entre 1525 y 1530.[1]

La práctica del otorgamiento de encomiendas se basaba en las Leyes de Burgos (1512) mediante las cuales la Corona española señalaba algunas reglas para su funcionamiento, incluyendo que se respetara la autoridad de los caciques, estuvieran formadas por un mínimo de 40 y un máximo de 150 indios así como que el encomendero se responsabilizara por otorgar una dieta diaria de pan con ajo “y los domingos carne guisada.”[2] Los encomenderos naturalmente se burlaban de estas exóticas ordenanzas. Un año después, en 1513, se aprobó el famoso Requerimiento, a través del cual se justificaba la guerra emprendida contra “los vasallos rebeldes” y que era cínicamente leído antes de emprender las acciones de matanza y saqueo contra las poblaciones indígenas.

Los conquistadores además fortalecieron su dominación sobre las comunidades indígenas mediante dos instrumentos: la proliferación de enfermedades desconocidas que debilitó fuertemente la salud de la  población indígena y la introducción de ganado, que se convirtió en un mecanismo para amedrentar y destruir las cosechas indígenas así como ampliar abusivamente los linderos de las propiedades de los ganaderos españoles, que se convirtieron en grandes terratenientes.

En 1542 la Corona española aprueba las Nuevas Leyes que ordenan la supresión de las encomiendas así como la abolición de la esclavitud, la cual era impuesta  sobre aquellos indígenas que eran considerados como “rebeldes.” Este fue un esfuerzo por sofisticar la dominación colonial. Pero los conquistadores españoles reaccionaron airadamente contra esta legislación que limitaba sus abusos.

En realidad modificaba los estilos de la explotación ya que origina los Repartimientos[3], instrumento colonial mediante el cual se les obligaba  a trabajar en las haciendas por una temporada y luego regresar a sus cultivos. Esta modalidad se prolongó por los tres siglos que duro el vasallaje colonial.  El Salvador formaba parte en ese momento de la Audiencia de los Confines o Capitanía General de Guatemala, que abarcaba desde el Istmo de Tehuantepec hasta el de Panamá. 

En 1545, ante el rechazo generalizado de los conquistadores, parte sustancial de las Nuevas Leyes fueron derogadas.

En la década de los setenta del siglo XVI había 42 encomenderos en la ciudad de San Salvador y 33 en San Miguel (Browning1975:72). 25 años después de la invasión existían seis centros principales del establecimiento español, dos eran fundaciones nuevas ( San Salvador , fundada en 1525 y San Miguel, fundada en 1530) y las cuatro restantes estaban situadas dentro de las  comunidades  indígenas más importantes: Izalco (Sonsonate), Sihuatehuacan (Santa Ana), Apastepeque-Cojutepeque (San Vicente de Lorenzana1635)  Zacatecoluca y Usulutan.

En determinado momento surgió una contradicción entre los conquistadores convertidos en encomenderos y los comerciantes, así como la hubo con los religiosos. Los comerciantes aspiraban a reducir las ganancias de los encomenderos mediante el trato directo con las comunidades indígenas en la venta de la producción de cacao. En el caso de los religiosos estos defendían el derecho a que se les pagara por la labor de “evangelización” que realizaban en provecho de los encomenderos.

En el occidente del país, la mayoría de comerciantes españoles se establecieron en Izalco, incluso después de la fundación de la villa de La Trinidad, o sea Sonsonate, en  mayo de 1553. Según la Academia Salvadoreña de la Historia[4], La Trinidad fue creada “para reconcentrar a los tratantes de cacao que estaban ilegalmente residiendo en los pueblos de los Izalcos.” Es significativo que la población indígena de Izalco adquirió en 1580 la categoría de villa.

Sonsonate se crea a orillas del río Sensunapan, para convertirse en un emporio de comercio con su puerto anexo, Acajutla. San Salvador había sido creada a la orilla del río Acelhuate y San Miguel del Río Grande. Su fundación fue impulsada por el poderoso encomendero residente en Santiago de los Caballeros de Guatemala, Diego de Guzmán, y se encontraba unida con este país por un Camino Real de 45 leguas, que atravesaba por San Juan Bautista Nahuizalco, San Miguel Salcoatitan y Santa Lucía Juayúa; desembocaba en el altiplano de San Andrés Apaneca, y Concepción Ataco, para bajar luego a Asunción Ahuachapan y enfilar con rumbo a las tierras altas guatemaltecas.

La población de Nahuizalco es entregada en “encomienda” por Jorge de Alvarado a Miguel Díaz Peñacorba el 9 de junio de 1528. Sancho de Figueroa recibio en encomienda por Diego de Alvarado, el 27 de julio de 1529 a Cojutepeque, Perulapa, Cinacantan (Tamanique) así como Cozotiqui (Ciudad Barrios).

En el caso de Sihuatehuacán ( Santa Ana) esta población fue encomendada[5] inicialmente a Diego de Usagre, que recibía como tributo “cacao, algodón, maíz, frijoles, chile y ropa hecha de algodón.”A su muerte, pasó a formar parte de la encomienda de Antonio Docampo, que daba como tributo 350 xiquipiles de cacao (o sea 2,800,000 semillas). Docampo vendió la encomienda a María Cerrato (familiar del Capitán General de Guatemala, Alonso López de Cerrato).

En 1548 le fue entregada la tasación del pueblo de Santa María  Zacatecoluca a Juan de Medina, la cual consistía en “400 indios tributarios, o sea, alrededor de 2,000 personas.”Doscientos años después, en 1740 vivían 410 indios, y 450 mulatos y mestizos, que eran soldados de dos compañías al mando de 12 españoles, que además de ser Oficiales Militares eran vecinos dueños de las haciendas aledañas al pueblo.

En el siglo XVI había en el Reyno de Guatemala al que pertenecían las provincias de  San Salvador y San Miguel, alrededor de 200 encomiendas. La contradicción fundamental de la sociedad colonial era entre los encomenderos y las comunidades indígenas. A nivel del grupo dominante surgió posteriormente la contradicción secundaria entre los encomenderos y los comerciantes. Y a nivel de grupo subordinado, posteriormente la contradicción entre indígena y ladino.

El añil que definió el color de la Patria de los criollos. Siglo XVII.

El desplazamiento del cultivo del cacao por el cultivo del añil en el siglo XVII significó una profunda modificación de la estructura agraria y de la estructura de clases. El cultivo del cacao se realizaba por lo general, en tierras propiedad de las comunidades indígenas y era comercializado por los españoles. El cultivo del añil modifica esta situación y origina las grandes haciendas de los criollos que es donde se cultiva el añil o jiquilite, y a la vez donde se construyen los obrajes (molinos) para producir el colorante. Se forma la hacienda donde aparece el colono al que se le otorga una porción de terreno que debe pagar en trabajo, especie o dinero. La hacienda donde se fomenta la ganadería junto con el cultivo del añil.

El añilero necesitaba contar con un grupo de trabajadores que residiera permanentemente en su hacienda así como con personal auxiliar durante el periodo de recolección  de septiembre a noviembre ( Browning 1975). Y es aquí donde la institución del repartimiento viene a resolverles este problema a los terratenientes. Ya en 1609 llega a Ámsterdam el primer embarque de añil guatemalteco seguramente producido en El Salvador.

Con el establecimiento de las grandes haciendas en donde se cultivaba añil y otros productos, se inicia la destrucción de las comunidades indígenas ya que los obrajes se convierten en obligadas fuentes de trabajo, lo que provoca la despoblación de las comunidades indígenas o su absorción por parte de una hacienda. Este proceso sería agudizado mediante las reformas liberales de finales del siglo XIX.

El comercio del añil, es acaparado por compañías comerciales de la Ciudad de Guatemala y del puerto español de Cádiz. Los terratenientes salvadoreños se ven obligados a organizar el Montepío de Cosecheros de Añil para enfrentar la competencia de los comerciantes guatemaltecos, que proporcionaban créditos a los productores locales con altas tasas de interés.

El cultivo del añil se concentra en San Salvador, San Vicente (Apastepeque) San Miguel y Santa Ana. Durante el periodo colonial se establecieron por los conquistadores transformados en encomenderos del cacao y convertidos luego en hacendados añileros, alrededor de 400 grandes haciendas.

La primera institución bancaria, el Banco Internacional (1880)

El 20 de agosto de 1880 abre sus puertas el Banco Internacional a partir de una concesión realizada por el gobierno del presidente Rafael Zaldivar. Se nombra como Gerente interino a A. Sutter y como Directores al General  Encarnación Mejía (empresario que luego fue directivo de la Compañía del Ferrocarril de Acajutla y Cónsul General en San Francisco California), al General Nicolás Angulo, lugarteniente del General Ramón Belloso y de Gerardo Barrios, y al Expresidente Eujenio (sic) Aguilar, que fue Rector de la UES 1843-1845 y Presidente de la República 1846-1848 y se le atribuye haber introducido el cultivo del café en el país. (Diario Oficial de El Salvador, 21 de agosto de 1880).

El Banco Internacional se instala con un capital inicial de 500,000 pesos, con 100 acciones de 5,000 pesos cada una, que luego se amplía a 700,000 pesos. En el Diario Oficial del 27 de agosto de 1880 el Gobierno “liberal y progresista” del presidente Rafael Zaldivar agradece al “digno caballero” José Francisco Medina “por su activa cooperación en todos los pasos previos que ha sido preciso dar para la realización del proyecto.”Asimismo informa que “muy pronto se establecerá una sucursal en Santa Ana y se designaran Agencias en las principales plazas de la República.” Francisco Medina había desembarcado en el puerto de La Libertad el 26 de marzo de ese año procedente de San José Guatemala.

En el Diario Oficial del 29 de agosto de 1880 se vuelve a celebrar la instalación del Banco Internacional, ya que permitirá librarse de los usureros y “a que casi en su totalidad las acciones suscritas son de capitales del país.” Asimismo en el artículo se informa que en el Directorio del Banco fungen como directores suplentes los señores José Rosales y Gustavo Lozano. En la edición del 5 de septiembre de 1880 del Diario Oficial aparece íntegramente el contrato firmado “por el Supremo Gobierno con el señor J. Francisco Medina.” Está firmado por Pedro Meléndez, Ministro de Hacienda y Guerra y tiene fecha de 5 de abril de 1880.

Notas

[1] Gallardo, Ricardo. Las Constituciones de El Salvador. Madrid, 1961.Pág. 226
[3] Martínez Peláez, severo. La patria del criollo. EDUCA. San José, Costa Rica. 1981
[5] “Texto de una Encomienda otorgada por Hernán Cortés, 24 de julio de 1524 Por la presente se deposyta en vos Gonzalo de Salazar factor de sus magestades desta Nueva España el senor e naturales del pueblo de Taxanda [Taximaroa] que es en la provincia de Mechuacán e los pueblos de Acanbaro y Macharo y Avaneoe y Macharon e Anbaro e Xameo e Tupatato e Guariqueo e Puzquaro e Macatario y Tanmeo Canguorira e Yrapusto y Cherequenguerchao y Atapuxao y Araro y Maritaro y Gincomas e Guaco y Camatorio y Andachuco y Caratuquero e Macamysquaro y Ungapachoro y Guanymoro e Chinchiaqueo y Corinveo y Characheo y Pana y Unimao e Charapesto y Parareo que son subjetos al dicho pueblo de [Tasanda] Taximaroa cabecera para que os syrvays de ellos e vos ayude en vras haziendas e granjerias conforme a las hordenanzas que sobre esto estan hechas e se harán e con cargo que tengays de los yndustriar en las cosas de nra santa fee Catolica poniendo en ello toda vigilanza e solicitud posyble e necesario fecho en Tenuxtitan a vente e quatro de jullio de myle e quinientos e veynte e quatro anos.     Fernando Cortés.” http://www.gabrielbernat.es/espana/esclavitud/html/encomienda.html
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miércoles, 6 de noviembre de 2013

ALBA El Salvador y su lucha

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Las negrillas son para efectos de estudio.
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ANEP: EL COMPLOT DEL MIEDO
Oscar A. Fernández O.

ARENA-ANEP debería de estudiar más la historia de los movimientos emancipadores en América Latina, es decir ilustrarse, pues la oligarquía salvadoreña no se caracteriza por su educación y desarrollo cultural, sino más bien por ser una de las cúpulas acaudaladas más pedestres, presuntuosas, cursis, analfabetas funcionales y atroces. Sus ridículos discursos sobre terrorismo, comunismo, chavismo y no sé cuántos “ismos” más, son lo mismo de siempre y la gente cada día les cree menos.

Sin embargo, no olvidemos que el recurso al miedo y a la incertidumbre, sigue siendo una poderosa arma de dominio de las hegemonías. Hoy no se trata solo de los temores tradicionales a la muerte, el infierno, la enfermedad, la vejez, la indefensión, el terrorismo, la guerra, el hambre, las radiaciones nucleares, los desastres naturales, las catástrofes ambientales, sino también del miedo a un nuevo poder fáctico que denominan "la dictadura de los mercados", que tiende a reducir los beneficios sociales y las conquistas populares del último medio siglo.

Actualmente la oligarquía salvadoreña tiene miedo de verdad y fabrica un complot para contagiar el miedo a la sociedad y al mismo tiempo amenazarla. Frente a la creación de verdaderas alternativas económicas emancipadoras que trabajan por la igualdad y la libertad, y que irrumpen en el mercado hasta hace poco propiedad exclusiva de los burgueses, promoviendo políticas inclusivas, la oligarquía patalea y amenaza…sus extravagantes ganancias caen.

En diciembre del 2001 en el marco de la III Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, celebrada en la Isla de Margarita – Venezuela, el Presidente Hugo Chávez presenta la idea del ALBA,  como una propuesta de integración integral, económica, social, política y cultural de los pueblos de América Latina y el Caribe.

Si miramos hacia el pasado, podemos encontrar las raíces de este proyecto en documentos como la Carta de Jamaica, cuando por primera vez Simón Bolívar establece la doctrina de unidad y soberanía de los países que se independizaban del poder colonial. Podemos analizar otros documentos históricos que son claros antecedentes del ALBA y que comprueban que ésta idea se sustenta en el pensamiento de Bolívar, Martí, Sucre, O´Higgins, San Martín, Hidalgo, Petion, Morazán, Sandino y tantos otros próceres, sin nacionalismos egoístas ni políticas nacionales restrictivas que nieguen el objetivo de construir una Patria Grande en la América Latina, según la soñaron los héroes de nuestras luchas emancipadoras.

La institucionalidad de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) surgió oficialmente el 14 de diciembre de 2004 cuando los presidentes de Cuba, Fidel Castro y de Venezuela, Hugo Chávez se reunieron en La Habana y firmaron los protocolos de su fundación como forma de integración y unión de América Latina y el Caribe basada en un modelo de desarrollo independiente con prioridad a la complementariedad regional, que permita promover el desarrollo de todos y fortaleciera la cooperación mediante el respeto mutuo y la solidaridad.

En junio del 2009, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros decidieron que el ALBA - TCP se denominará “Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos” (ALBA – TCP) en el entendido que el crecimiento y fortalecimiento político del ALBA - TCP  la constituye en una fuerza real y efectiva.
Los países que hasta hoy se han incorporado a esta iniciativa regional, sin la tutela de extraños, son Venezuela, Cuba,  Bolivia,  Nicaragua,  Dominica,  Honduras,  Ecuador,  San Vicente y Las  Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucia.
En el caso de Honduras, la ultraderecha, personificada al igual que en El Salvador, en la asociación de empresarios, con la complicidad de otras fuerzas oscuras del área, patrocinaron un golpe de Estado que derrocó al legítimo Presidente Manuel Zelaya. Uno de los pretextos fue que “una infiltración terrorista y chavista” se proyectaba a través de ALBA. Nótese apreciable lector, la coincidencia de los discursos con la ANEP.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP (en ocasiones denominada extraoficialmente por su nombre inicial Alianza Bolivariana para América o ALBA) es una organización internacional de ámbito regional, enfocada para los países de América Latina y el Caribe que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social con base en doctrinas de izquierda. Lo contrario que hacen las derechas fascistas.

El ALBA  se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovechen las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre esos países. Esto se realiza mediante la cooperación de fondos compensatorios, destinados a la corrección de discapacidades intrínsecas de los países miembros, y la aplicación del TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos).

El ALBA-TCP otorga prioridad a la relación entre los propios países en pie de igualdad y en el bien común, basándose en el diálogo subregional y abriendo campos de alianzas estratégicas fomentando el consenso y el acuerdo entre las naciones latinoamericanas.

La característica definitoria del ALBA son las bases ideológicas y éticas que sustentan las relaciones entre sus miembros. En primer término, la solidaridad entre los pueblos como principio rector, que la diferencia de todas las demás asociaciones entre Estados existentes a escala global.

El comercio y la inversión los conceptúa como medios y no fines, llamados a elevar la calidad de vida de sus integrantes; subordina el mercado a la justicia social y toma en cuenta las asimetrías y la complementariedad entre las economías, de modo que las decisiones se adopten mediante la observancia de la equidad y en ningún momento movidas por el afán de lucro de un Estado, una empresa o un territorio a costa de otros.

En el espíritu que anima el ALBA se llevan a cabo otras acciones solidarias como la Operación Milagro, que ha devuelto la visión a más de un millón 600 mil personas, y la aplicación masiva del método educativo “Yo sí puedo”, que erradicó ya el analfabetismo en Venezuela, Bolivia y Nicaragua y se extiende por el mundo, siendo El Salvador, dónde actualmente avanza en la eliminación de la ignorancia, sostenida a través de décadas, por la oligarquía salvadoreña.

Así mismo ALBA-El Salvador, ha impulsado junto al gobierno la reactivación de la Agricultura, abaratando los insumos agrícolas, misma que ARENA-ANEP había condenado a muerte para promover el consumismo de los TLC-USA. ALBA-El Salvador, ha promovido y alentado la incorporación de miles de jóvenes a la educación, que ANEP-ARENA ya habían relegado al ostracismo para convertirlos en mano de obra barata; en este rubro se han otorgado miles de becas y hoy se inicia con el programa de “una computadora para cada alumno”, donando al Ministerio de Educación, en un acto inédito, miles de computadoras que sin duda elevarán la calidad tecnológica de la enseñanza. ALBA promueve el deporte entre los niños y jóvenes, como parte de la sanidad mental y física de este importantísimo sector poblacional.

El ALBA ha demostrado también su eficacia como mecanismo de concertación y cohesión política latinoamericano y así se pudo apreciar con la derogación de la resolución que excluía a Cuba en la reciente Asamblea General de la OEA.

El ALBA es consecuencia del ciclo de luchas anti neoliberales latinoamericanas, cuyo inicio se gesta a finales de los años 40 y hunde sus raíces en el plan de unidad emancipadora continental. Este, como el ALBA, pareció un sueño en su momento pero es el único camino para que las naciones de América Latina y el Caribe rompan con la dominación imperialista y el subdesarrollo y afiancen su soberanía y autodeterminación. El ALBA crece y es su embrión.

Tres hechos, con profunda base económica e indudable trascendencia política, requieren ahora aunque sea una enumeración somera: la constitución de la Comunidad Sudamericana en el Cuzco, el lanzamiento del ALBA en La Habana, y la celebración de la Cumbre del MERCOSUR, en Ouro Preto, Brasil.

El ALBA se propone emprender cambios profundos en las caducas estructuras económicas, sociales, políticas y culturales en América Latina. Los objetivos permanentes del ALBA inquietan y alteran a Washington que se desvela, junto a sus coleópteros locales (ARENA-ANEP) para desestabilizar a los regímenes surgidos y apoyados por las mayorías populares. Ya han intentado golpes militares en Bolivia, Ecuador y Venezuela, y los han concretizado en Honduras y Paraguay; hoy quieren desestabilizar El Salvador, pero se han encontrado con la resistencia de una poderosa izquierda organizada, que en su momento fue la mejor guerrilla revolucionaria del mundo.
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